24.2.09

LA DOCENCIA, LA TECNOLOGIA Y LA HISTORIA


A mi siempre me ha gustado la historia.

La historia del mundo que refleja a los seres humanos quienes a pesar del tiempo, el cambio de época o situaciones geograficas, seguimos siendo los mismos, con nuestras reacciones, sentimientos, emociones e "introyectos" que aparecen y "reaparecen" de una u otra manera.

A pesar de mi gusto por la historia, nunca tuve la oportunidad de impartir esa materia, en mis tiempos de docente en secundaria, la materia estaba "ocupada" por una maestra que llevaba años impartiéndola y por más que solicité la oportunidad de darla, como premio de consolación de dejaron biología.... cuya celula dibujada en el pizarrón sigue traumándome (y sigo usándola como ejemplo en mis talleres con docentes.)

Actualmente comparo la implementación de la tecnología en las aulas, con la historia.


Empezando poor mí, siempre comento que soy una "maestra conversa", como San Pablo de Tarso (uno de los apóstoles más activos y apasionados) que derribado del caballo persiguiendo a los cristianos, termina por "encontrar" la verdad y la luz. Yo no queria tecnología en mi "territorio educativo", tenían que demostrarmelo y convencerme primero... pero estaba abierta, a los tiempos nuevos, a los cambios y eso facilitó mi "conversión". Hoy lucho por ganarme mi propio lugar en el "Territorio digital".

La inclusión de la tecnología es el "DESCUBRIMIENTO" de los inmigrantes digitales, la "INDEPENDENCIA" de los nativos que recuperan su protagonismo y autonomía en el aprendizaje, la "CONQUISTA" para los docentes que aceptan el reto e incorporan la didáctica digital en sus clases... y a veces para opositores y conservadores, se convierte en una verdadera "CRUZADA" donde no se toman el tiempo para investigar y observar con atención, que por llevar diferente estandarte no somos herejes ni estamos en el otro bando.

Amo la historia y estoy convencida de que todos tenemos un papel importante que desempeñar en el momento histórico que nos toca vivir. Asumir esa responsabilidad es nuestra decisión. Así como lo hizo Gutemberg, Da Vinci, Galileo , T. Alva Edison, Bill Gates, Steve Jobs y ahora Marc Prensky, Robert Schank, Gordon Dryden, Rafa y Memo, y tú!.

La educación si no es visionaria, pierde la mitad de su sentido, si no tiende a la preparación para el futuro de quienes la reciben, simplemente no cumple su cometido.

El mundo está cambiando 4 veces más rápido que las escuelas. Si un maestro no mira más allá de sus narices, de su áula, de su escuela, de su ciudad, de su entorno, de su país, entonces no apoya suficientemente a sus aprendices.

Maravilloso es "nuestro tiempo histórico", sea cual sea, el que nos haya tocado. Sin miedo y con responsabilidad, hagamos lo que nos toca.

Un abrazo virtual en especial a los docentes que he encontrado en el camino, en mis cursos y talleres y que están asumiento responsable y amorosamente su parte.

2 comentarios:

Juan José Ortega dijo...

Anécdota (a propósito de tu entrada):

Hace un año me encontraba dando clases de Lectura y Redacción en un bachillerato cuyo nombre omitiré por aquello del "¡gooool!".

Última hora de un día viernes, calor en su punto álgido, los alumnos se encontraban cansados y ansiosos por el toque del timbre que los dejaría, por fin, en libertad.

Entro al aula, saludo a los alumnos y, acto seguido, voltean hacia mi veintidós rostros que, sin palabras, me decían “está loco si cree que pondremos atención a la clase”.

-¿Trajeron las fotos que les pedí para ver el tema de descripción?- pregunto.

Silencio absoluto, tensión en el aula, algunos rostros reflejaban la frase “No y no me interesa”.

Y mi mente gritando:
-¡Dios! ¿Qué hago?, ¿los castigo?, ¿los reporto?, ¿me salgo corriendo del salón gritando “así no puedo trabajar”?, ¿les echo un sermón sobre responsabilidad?

Lo siguiente sería reconocido por un lonergiano como un insight, por un cristiano como inspiración divina y por la mayoría de los mortales como “se le prendió el foco”…

-Está bien, como no podemos tener clase ya que no trajeron su material, formen equipos de cinco elementos y van a intercambiar con sus compañeros imágenes y fotos que guarden en su celular.

Al punto los equipos estaban formados y no había ni un solo alumno que no tuviera su celular en la mano.

Después de diez minutos les dije: -Describan lo que ven en las fotos de sus compañeros… por escrito-.

Algunas composiciones fueron divertidas, otras no tanto, pero mientras iban leyendo sus descripciones yo les informaba qué tipo de descripción estaban usando y por qué.

Fue una clase muy divertida para todos y, como tú mencionas, fue una conquista para mí (aunque también una cruzada: por la “pequeña” discusión que tuve con la coordinadora del bachillerato por permitirles usar el celular en clase).

No hay de otra: tenemos que aceptar y usar creativamente la tecnología en nuestras clases si no queremos que los alumnos nos vean con cara de dinosaurio…

Lucy Padilla dijo...

Hola Joseph the dreamer!
Que bien me cae leer tu comentario al final de un día difícil (como dirían "los Beatles"). No sabes cuanto disfruté leer tu "anécdota", y la descripción de esos rostros que todos los mastros hemos visto alguna vez.
Te felicito por tu espíritu de Quijote, tu "resiliencia" en práctica y el amor a la profesión, que es lo que nos mantiene dìa a dìa deambulando por pasillos de una escuela, con la esperanza de estar cambiando el mundo.
Un abrazo virtual desde Puebla, México
Lucy Padilla